LA ESCASEZ DE AGUA
La disponibilidad de agua es un problema global: afecta a una parte importante de la población y su escasez impacta negativamente en muchos ecosistemas. Varias conocidas organizaciones han hablado sobre este tema, abordando iniciativas destinadas a paliar las consecuencias del déficit de agua.
UNICEF expone la gravedad del problema global de escasez de agua y propone un plan de choque para hacerle frente: trabaja en la mejora de la eficiencia de los recursos hídricos existentes y la identificación de nuevos, la planificación para la escasez en entornos urbanos, la expansión de tecnologías para garantizar la resiliencia climática o el cambio de patrones de comportamiento.
La organización no gubernamental WWF (World Wildlife Fund) manifiesta que uno de sus desafíos es garantizar el aporte de agua dulce tanto a las personas como a la naturaleza. Esta organización prevé que en 2025 más de la mitad de la población mundial sufrirá algún problema relacionado con la disponibilidad de esta, y que los ecosistemas padecerán aún más.
En el año 2010, las Naciones Unidas reconocían el derecho humano al agua y al saneamiento. Además, es uno de sus objetivos de desarrollo sostenible garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Su análisis desvela que a nivel mundial más de 2000 millones de personas viven en países con elevado estrés hídrico, y que unos 4000 millones padecen graves problemas de escasez de agua al menos durante un mes al año. Sus expectativas prevén un empeoramiento de dicha situación.
LA HUELLA HÍDRICA
La huella hídrica es un indicador que permite conocer el consumo de agua dulce en el ciclo de vida de un producto o servicio, incluyendo el consumo directo e indirecto. En el sector cosmético, la optimización de este recurso es un aspecto clave, ya que las previsiones para 2025 apuntan a que el agua se convertirá en un ingrediente cosmético contradictorio: básico y de lujo a la vez.
En la industria cosmética convencional llega a usarse hasta un 70-80% de agua en la formulación de sus cosméticos, sin tener en cuenta el agua empleada en la fabricación de materias primas ni en la limpieza de los equipos de producción.
En cambio, la cosmética waterless o waterless beauty nos brinda otro beneficio en este aspecto: su formulación no está compuesta principalmente por agua. Esto proporciona al producto cosmético:
- Sostenibilidad: Se optimiza el consumo de determinadas materias primas, como por ejemplo el agua, recurso cada vez más escaso. También nos brinda la posibilidad de usar envases sin plásticos, ya que el formato es sólido.
- Eficacia: Los principios activos (que son los ingredientes que justifican el claim del producto cosmético) van en una mayor concentración. Así, con una menor cantidad de producto, tendrás el mismo resultado.
- Conveniencia: Por ejemplo, una reducción del tamaño del producto que además mejora la logística de la empresa, la eficiencia energética del transporte del producto y la reducción de gases de efecto invernadero.
- Seguridad: No es necesario formular con ingredientes controvertidos, como los solubilizantes.
- Innovación en el aspecto final del producto cosmético. Se le puede dar diferentes aspectos al producto cosmético, ya que no estamos sujetos al uso de un bote o botella.
- Reducción en gran medida del uso de conservantes, ya que los gérmenes necesitan agua para reproducirse (el escaso uso de agua para la formulación evita el crecimiento de patógenos que echan a perder el producto cosmético).